EL VIÑEDO BASARTE

Elaborado durante siglos en los caseríos, con secretos que pasaban de padres a hijos, el txakoli es una manifestación más de la cultura popular vasca, lo que le confiere su particular leyenda.

EL VIÑEDO

Aunque el TERRUÑO y la Climatología nos posibilitan solo una producción limitada de txakoli, es su dimensión también lo que nos ofrece la oportunidad de trabajar el concepto «la filosofía» del Terroir en la elaboración de nuestro vino.

La propiedad es un PAGO alrededor del caserío, con una superficie plantada de 4,5 ha con las variedades autóctonas Hondarrabi Zuri y Hondarrabi Beltza, Junto con la tierra donde son cultivadas, la uva ofrece un carácter varietal único que se expresa en el resultado del Txakoli ADOS.

Ubicado en la ladera de un monte, a resguardo del viento del norte y mirando de reojo al mar Cantábrico, le proporciona un clima húmedo, y éste a su vez, le aporta una mayor acidez y concentración al Txakoli.

El cultivo y cuidado de las viñas lo realizamos artesanalmente, tal y como lo hacían y nos enseñaron nuestros mayores, cultivando la viña de forma tradicional, manual y sostenible, cuidando cada momento en el desarrollo de la uva, desde su floración hasta el momento de la recogida,  y sin utilizar nunca herbicidas.

Trabajar de esta manera requiere más «paciencia», pero nuestro objetivo es conseguir una materia prima de gran calidad, tarea nada fácil y siempre sometida a los caprichos de la naturaleza.

UVA HONDARRABI

El viñedo produce 100% de las variedades Hondarrabi Zuri (“Blanca”) y Hondarrabi Beltza (“tinta”), ambas autóctonas de Euskadi. De cepa vigorosa, su floración se produce entre finales de Mayo y principios de Junio, provocando una explosión de olores y sensaciones, y dando como resultado bayas  cilíndricas y de pequeño tamaño en racimos compactos.

En Basarte cultivamos solo estas dos variedades, autóctonas, un solo color en la paleta y también un solo color en el campo. Los matices los aportan la tierra donde están cultuvadas.

LA VENDIMIA

Tras el paso del verano llega el momento más importante: su maduración a mediados de Octubre y con ello la vendimia. Es nuestra gran fiesta, en la que se verá el resultado de tanto trabajo, esfuerzo y  cariño.

Y es con ese cariño con el que recogemos la uva, siempre en cajas de 15 kilos, y donde el tiempo entre la viña y la bodega es mínimo, conservando así su potencia y aromas.

El mimo con el que se cuidan cada uno de los procesos de crecimiento y maduración hacen que podamos producir nuestro TXAKOLI ADOS, un caldo aromático, potente y muy equilibrado.

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